Hoy, viernes 14 de noviembre, nuestro Liceo Los Cóndores de Alto Hospicio vivió una jornada que permanecerá en la memoria institucional. Con sentimientos encontrados y un profundo respeto por su trayectoria, despedimos a nuestros estudiantes de cuarto año medio, quienes finalizaron su último día de clases.
Los vimos llegar siendo niños, con sueños recién dibujados y la mirada curiosa de quien comienza un camino desconocido. A lo largo de los años los acompañamos en su crecimiento, en sus aprendizajes, en sus desafíos y también en sus momentos de alegría. Fuimos testigos de su evolución, del carácter que forjaron y de la identidad que construyeron paso a paso.
Cada curso, cada rostro y cada historia forman parte esencial de nuestra comunidad. Hoy los despedimos sabiendo que dejan huellas imborrables: en las aulas donde debatieron con pasión, en los patios donde compartieron amistades que los marcarán para siempre, y en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de guiarlos.
Como institución, sentimos orgullo por lo que han logrado y profunda emoción por lo que les espera. Confiamos plenamente en ustedes: en su preparación, en sus valores y en la fuerza que les permitirá enfrentar la vida con responsabilidad, dignidad y esperanza.
Hoy no solo culmina una etapa escolar; hoy se abre un horizonte nuevo, amplio y lleno de oportunidades. Les deseamos éxito en cada proyecto que emprendan, felicidad en cada paso que den y la certeza de que siempre contarán con esta casa educativa que los vio crecer.
Generación 2025: nuestro respeto, nuestro cariño y nuestro agradecimiento. El futuro es suyo.













































































